lunes, 12 de enero de 2015

HACIENDO FRENTE AL NUEVO TOTALITARISMO, TODOS SOMOS CHARLIE





JUNTOS. HACIENDO FRENTE A UN NUEVO TOTALITARISMO.

Manifiesto, febrero de 2006.

Después de haber doblegado al fascismo, al nazismo y al comunismo, el mundo se enfrenta a una nueva amenaza totalitaria: el islamismo. Nosotros, periodistas e intelectuales hacemos un llamamiento a la resistencia contra este totalitarismo religioso y a la defensa de la libertad, la igualdad de oportunidades y los valores seculares. Los últimos sucesos relacionados con la publicación de las viñetas de Mahoma en periódicos europeos han revelado la necesidad de luchar por estos valores universales. Esta lucha no será ganada mediante las armas, sino en el campo de batalla ideológico”.

El manifiesto contra el totalitarismo concluía: “Nos negamos a renunciar a nuestro espíritu crítico por miedo a ser acusados de “islamófobos”, un concepto gastado que mezcla la crítica del islam con la estigmatización de los creyentes. Defendemos la libertad de expresión como un derecho universal, para que el espíritu crítico pueda darse en todos los continentes, alzarse frente a cualquier maltrato o dogma. Apelamos a los demócratas y a los espíritus libres de todos los continentes para que nuestro siglo sea el de la luz y no el de la oscuridad”.

¿Qué civilización somos si renunciamos a nuestro derecho a publicar opiniones y dibujos que a algunos pueden resultarles ofensivos? Básicamente se trata de un debate sobre cómo convivir en una sociedad cada vez más multicultural y al mismo tiempo mantener nuestras libertades. Podemos, como en las sociedades que no son libres, buscar una falsa armonía criminalizando continuamente nuevas expresiones de acuerdo con la siguiente máxima: si aceptas mi tabú y no te expresas crítica u ofensivamente sobre lo que para mí es sensible y sagrado, yo haré lo mismo.

Flemming Rose

ver todo el artículo en: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/01/10/actualidad/1420921359_949870.html


NOTA del blogger:
el asesinato en París, en la sede de Charlie Hebdo, ha conmovido al mundo, es un sacudón en la conciencia de humanidad,  pues la matanza, la barbarie y la violencia contra la libertad de expresión suceden a diario en Africa, en partes del mundo musulmán, en las dictaduras y tiranías sobrevivientes, en los países amargados por modelos disfuncionales y por la cangrena de la corrupción y el narco, como Venezuela, Colombia y México, etc. Y lo peor es que la apelación a la violencia, (ley del talión y revanchismo, linchamiento étnico y fudamentalismo religioso, ¿el choque de civilizaciones? y la tiranía visible y la "del silencio"), sigue creciendo y convierte el debate en un un circo de intrascendencias, comenzando por la ineptitud de la ONU y los sentimentalismos ideológicos que debilitan la ley, la justicia y la seguridad.
Debe  existir un modo de convertir el humanismo y la democracia en un parón firme que detenga a los sembradores de odio, la opresión y el salvajismo. No podemos dejarnos intimidar por los matones y locos, así se vistan de profetas y pastores. No podemos dejarnos matar por ninguna fe, tribu, ideología, clase, régimen, utopía,  guerra, anarquía, patrón, razón de estado o religiosa, ni por un loco que gobierna, ni por las balas perdidas revolucionarias, por todas esas rabias de la barbarie milenaria encarnada, cancerígena y postmodernizada. No sé cuál es la solución, pero sí sé que al loco hay que meterlo al manicomio.  Juntos podemos hacer muchas cosas, una de ellas, no temer al monstruo y enfrentarlo. Algunos creen que hay que usar bombas atómicas y sillas eléctricas, no way, (vean "La carretera"), otros confían en las armas de la razón y el espíritu de la ley. O que hay que negociar, meter dinero relajante y al dios de cada cual en la sopa. Yo creo en los tratos que mantienen la paz después de la guerra y en los shit detectors.

NO A LA GUERRA - SI A LA COEXISTENCIA.
RECLAMEMOS UN PREMIO NOBEL PARA CHARLIE Y SUS HEROES.





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