La autora de Harry Potter. foto de PA |
Discurso de la escritora J.K. Rowling, autora de las novelas de Harry
Potter, en la gala literaria del PEN America 2016.
En primer lugar, quiero decir muchas gracias,
muchas gracias por este gran honor, dado por una organización que he admirado
profundamente por muchos años. También ha sido un privilegio compartir esta
noche con sus homenajeados anteriores. Las
campañas de PEN a favor de los escritores encarcelados son esenciales y una
inspiración, aunque es triste pensar cuán necesario es seguir en la defensa de
los escritores hoy en día.
Personalmente tengo muy poco que quejarse en
cuanto a mi libertad de expresión. Una vez me confrontó un fundamentalista
cristiano en una tienda de juguetes aquí en Nueva York. No tenía idea de que la
frase "Estoy orando por ti" podía sonar tan intimidante. Una vez hubo
una amenaza de bomba en una tienda donde yo iba a aparecer. Buscaron en los
locales pero no encontraron nada, el evento siguió adelante. Los libros de Harry Potter han figurado con
frecuencia en las listas de los más prohibidos. Pero en tales listas figuran muchos
de mis escritores favoritos, siempre es halagador ser incluido.
Por supuesto, no se pueden tomar estas cosas
a la ligera, aunque yo esté protegida por la ciudadanía de una nación liberal
donde la libertad de expresión es un derecho fundamental. Mis críticos están en
libertad de decir que estoy tratando de convertir a los niños al satanismo. Y
soy libre de explicar que estoy explorando la naturaleza humana y la moralidad,
o decir: "eres un idiota", depende
de mi ánimo ese día.
Sin embargo, nunca he dado estas libertades por
sentado. A los 20 años, trabajé para Amnistía Internacional, donde aprendí
exactamente el alto precio que hay que pagar por las libertades que nosotros en
Occidente damos por seguro.
De hecho, me preocupa que podamos estar en
peligro por permitir la erosión de la libertad por pura complacencia. Actualmente mareas de populismo y nacionalismo
recorren muchos países desarrollados, acompañadas de demandas de que las voces
desagradables e incómodas sean eliminadas del discurso público. Los "medios
tradicionales de comunicaciٖón" se han convertido en un término de abuso
en algunos sectores. Me parece que al menos que un canal, comentarista de televisión
o un periódico reflejen exactamente la visión del mundo del acusador, debe ser culpable
de prejuicios o corrupción.
La intolerancia de puntos de vista
alternativos se está extendiendo a lugares que me ponen a mí –una moderada liberal-
más incómoda. Sólo el año pasado vimos una petición en línea para prohibir a
Donald Trump la entrada al Reino Unido. Se obtuvo medio millón de firmas.
Sólo un
momento.
Creo que casi todo
lo que dice el Sr. Trump es objetable. Lo considero ofensivo e intolerante. Pero
tiene todo mi apoyo para venir a mi país y ser ofensivo e intolerante allí.
Su libertad para hablar protege mi libertad de
llamarlo un intolerante. Su libertad garantiza la mía. A menos que tomemos una
posición absoluta y sin salvedades o disculpas, hemos puesto un pie sobre una
carretera con un solo destino. Si mis sentimientos ofendidos pueden justificar
una prohibición de viajar a Donald Trump, no tengo autoridad moral contra los
ofendidos que atacan el feminismo o la lucha por los derechos de los transexuales
o el sufragio universal. Si usted busca
la eliminación de las libertades de un oponente simplemente con el argumento de
que te han ofendido, entonces te has alineado junto a tiranos que aprisionan, tortura
y matan, exactamente con la misma justificación.
Me gustaría concluir estas observaciones
mediante la lectura de dos pasajes cortos del blog de una adolescente. En 2009,
Tal al Mallohi se convirtió en una de los presas de conciencia más jóvenes en
el mundo cuando fue sacada de su casa por las fuerzas de seguridad sirias. Ella
tenía 18 años de edad. Sus amigos y familiares tuvieron que esperar once meses
para saber que había sido acusada de dar ayuda a un país extranjero. A sus
padres se les ha permitido verla sólo una vez. Existe el temor de que puede
haber sido torturada.
Esta es una parte del material que fue
considerado tan peligroso e inflamatorio que permanece encarcelada:
No me gustan las palabras del poeta Rudyard
Kipling: "El Oriente es Oriente y Occidente es Occidente y los dos nunca se
encontrarán". En vez de eso, promuevo la unión de Oriente y Occidente. Ellos
se encuentran en algún lugar. Con el
pensamiento racional, dos grandes almas de aquí y de allí se ponen de acuerdo
entre sí, independientemente de la gran separación de tiempo y espacio. Oh,
mi hermano humano, si no estoy de acuerdo contigo en pensamientos, principios o
creencias, ¿eso niega el hecho de que los dos somos humanos? Todo lo que usted y yo tenemos que hacer es
respetar a los demás. Tolerar los puntos de vista de los oponentes con
frialdad y con paciencia. Mientras escuchas, no pienses en responder antes de
escuchar todas las opiniones opuestas.
Repito esa hermosa
petición de pluralidad y tolerancia, y la importancia del discurso racional con
la esperanza de que Tal al Mallohi pronto sea liberada. Mientras tanto, el PEN puede seguir luchando por ella, por las
libertades en las que descansa una sociedad liberal y sin las cuales ninguna
literatura puede tener valor. Muchas gracias verdaderamente.
Versión condensada en español (traducción por A.Ramos)
Versión original en inglés en otro post de este Blog.
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